jueves, 31 de julio de 2008

Y la última vez (de momento) sobre el tema


Despué de tanta discusión en el blog del P. Fortea, ha aparecido el testimonio de una persona que estuvo poseída y es ayudante de varios exorcistas. No es el único que escribe allí que dice haberlo estado aunque algunos, por lo que dicen y como lo dicen, me parece que tienen más problemas sicológicos que de posesión. Os presento el testimonio de una persona con el nick de Flamesword y que merece la pena leer aunque que te pone los pelos de punta. Como el testimonio es público lo copio aquí. Voy a ir dejando de hablar de este tema en el blog porque tengo que reconocer que me empieza a dar yuyu. Ahí va:

"Queridos hermanos:

Tengo que reconocer que ayer fui injusto. No porque no esté seguro de lo que escribí, sino porque negué al Padre la posibilidad de defenderse. Lo que a continuación os cuento es posible que os sorprenda, incluso que me neguéis la credibilidad en mis opiniones por loco, pero criticar con impunidad no es mi deseo, en primer lugar porque aunque esté seguro de lo que dije y lo mantengo, reconozco que no puedo conocer todas la variables y me puedo equivocar, aunque esté seguro de que lo que afirmé, es la verdad a mis ojos.
Lo que he dicho es por Mt 18, 15-17
en cuanto a la corrección fraterna. Por supuesto acepto toda corrección que me quieran hacer y por mi parte el Padre Fortea puede contar lo que le parezca oportuno de "mis" cosas, las cuales intentaré resumir a continuación:

Como afirma Margalida uno que anda en la noche y sin pisar la Iglesia no se puede convertir de repente sin que le pase "algo".

La verdad es que en toda la vida apenas he tenido momentos de paz.

Desde que nací convivo con una enfermedad de la piel que va y viene y por más médicos a los que he acudido, nadie ha sabido explicar y mucho menos curar.
Luego ha sido todo muy difícil en estudios, amores, relaciones familiares, en fin, en casi todos los órdenes de la vida.

En octubre de 2006 estaba muy atormentado por estas cosas y como he dicho viviendo una vida "aparentemente normal" me puse de rodillas y pedí a Dios que me librara de todo, que por qué me había tocado a mi todo eso. Eso fue un viernes. El domingo tuve una comida familiar a la que asistió un familiar mío sacerdote, que me llamó a solas asegurándome que había tenido una luz del Señor en la que se le desvelaba que toda mi vida de continuas desgracias, era muy posible que se debieran a la acción especial de un demonio y que deberíamos realizar una oración de prueba, para confirmar o descartar esa posibilidad.

Llegamos a una capilla fría y en penumbra en la que algo me decía que no entrara, que allí había una secta o algo peor. Me sobrepuse por respeto a mi familiar y entré. Vi a un sacerdote ensotanado y le saludé correctamente (me sentía como un toro recién salido a la plaza, mirando todo y calibrando lo potencialmente agresivo hacia mi persona). Me recibió seriamente y tras unas breves recomendaciones, comenzó a orar. A los pocos minutos comencé a sentir como si llevara una máscara puesta y una tensión en los brazos que intentaba dominar y no podía, además de un odio furibundo contra esa persona. Me dominé y les indiqué estas sensaciones, momento en el que se dirigió a una supuesta entidad ajena a mi persona, conminándola en el nombre de Jesús a que se manifestara. Algo dentro de mi conciencia se resistía y yo no quería intervenir, les dejaba que hicieran su trabajo, hasta que a los pocos minutos brotó de mi garganta una risa maligna, la de alguien que había estado haciendo el mal impunemente y había sido descubierto. Intenté callar pero no podía, así que me dediqué a escuchar como un espectador con los ojos cerrados, la breve conversación que se mantenía, hasta que en un momento el Padre Fortea empezó a hablarme en latín. Yo todo el latín que sabía lo había estudiado en 2º de B.U.P. hacía más de 15 años, pero lo entendía todo. Me dijo en latín que le mirara a los ojos, me resistí, pero al poco me encontraba taladrando las pupilas del Padre con un odio como no he sentido en mi vida y las cuales veía como si me hubieran puesto unas gafas de color rojo. Se rezaron unas pocas oraciones más y acabó la sesión con el evidente diagnóstico. Posesión.

De camino a casa estaba dando sentido a mi vida, explicándome tantas cosas...
Casi no oía a mi familiar comentarme que tenía que cambiar de vida, confesarme, volver a los sacramentos y a la oración y acordar la siguiente cita.

En verdad ,más que asustado me sentía aliviado, pues creía que algunos nacen con estrella y yo había nacido estrellado para el resto de mi vida y veía la posibilidad de tener "algo" de suerte cuando la pesadilla acabara.

Entonces fueron pasando los meses de oraciones y cada vez me ponía más en el Señor, volví a los sacramentos y me hice de la renovación carismática.

Participaba en los exorcismos un grupo de laicos, mi familiar llevaba las sesiones por orden del obispo y el padre Fortea participaba cuando podía.
La verdad no es plato de gusto. Lo bueno es que el Señor permite que sea consciente en todo momento y he aprendido mucho, gracias al ansia de saber que ha sido constante en mi vida, por lo que elegí una carrera de ciencias. He grabado unas cuantas sesiones y la verdad sorprende escucharte a ti mismo con una voz que no es la tuya profiriendo disparates, así que Armandito, de verdad sé un poco de qué estoy hablando.

Ni qué decir tiene que estas cosas te dan una fe que se te sale por la orejas y si realmente el Espíritu Santo te da espíritu de revelación, te das cuenta de que eres un privilegiado, observas cómo Dios trabaja en tu espíritu (en cada exorcismo hay una efusión del Espíritu Santo); aceptando la voluntad de Dios comprendes que el sufrimiento merece la pena en Jesucristo, y Dios te permite no sólo ver, sino sentir el "otro barrio" y ves las manos del alfarero trabajando tu barro (lo peor es que hay que pasar por el horno para terminar el vaso, pero como le dije al Señor: Si quieres hacer tu vaso, vale, pero píntalo bonito). Somos testigos de tantas maravillas, que merece la pena pasar por esto. Se da tanta gloria a Dios, que la capilla es un pedazo del cielo en la tierra. Se te quitan los miedos a todo, aunque cruja la capilla, se nos inunde, se vaya la luz, o lo que sea.
Y diréis ¿Y por qué te pasó esto?

El enemigo obligado por el Señor tuvo que reconocer que entró porque una persona (de la que todavía somos íntimos en la familia) echó una maldición a mis padres el día de la boda, pues quería casarse con mi padre y no pudo). Pero ya la he perdonado.

Para Ferrán: El Señor permitió ese mal en mi persona, para obtener un gran bien, que consiste en que haya conocido personalmente a Jesucristo y tenga comunión en sus padecimientos y en su gloria, pues el Señor a través de Su Espíritu me permite tener una inmensidad de carismas como el hablar lenguas, el discernimiento de espíritus, la espada espiritual (de la que saco el "nick"), manifestación de espíritus, profecía, palabras de conocimiento, carisma de sanaciones (este está empezando, pero el Señor ha querido curar a unas pocas personas por mi humilde imposición de manos), palabra exorcística ( que la sola escucha por parte de un demonio lo pone en fuga y más si la pronuncia un exorcista), interpretación de lenguas (aunque sólo he podido interpretar unas 30 palabras), algunas visiones de los demonios o de los ángeles, y otros no tan evidentes y todos están puestos al servicio de la comunidad para ayudar a otros que tienen estos problemas.

El Espíritu me instruye en sus dones (que todos tenemos por el bautismo): Fortaleza (para aguantar el tema),Piedad (para que me gusten las cosas de Dios), Temor de Dios (porque ves que las cosas del demonio no sirven para nada y no quieres condenarte), Consejo (para ayudar a otros), Ciencia( para llegar a Dios desde las cosas de este mundo, Sabiduría ( para ver las cosas de este mundo con los ojos de Dios) , Inteligencia (para conocer las cosas desde sus últimas causas)y muchos de los frutos : Paz, gozo, alegría,....

Y en el otro lado del plato, aguantar grandes tentaciones, venganzas del enemigo, desprecios, calumnias, hechos preternaturales en casa (como el día en que entraron en casa un montón de moscardones gordísimos (tengo fotos del móvil) y se pusieron en el techo sin moverse y mis amigos se fueron echando humo gritando: ¡Beelzebul, Beelzebul!)
y otras cosas que es un tostón comentar.

Pero como dice san Pablo: considero todas estas cosas como basura ante el conocimiento de Jesucristo.

El Señor me pide que de este testimonio. Él sabrá por qué.

El problema que os he comentado estos días es que nuestra querida Marta y sus acompañantes deciden cuáles de estos dones son de Dios y cuáles no (cuando supuestamente ella está peor que yo) y sin escuchar a los sacerdotes. Ha venido también un par de veces a rezar por mí y si quisiera venir más no tendría problema.

También ha convencido a Fortea de que no debo rezar por la gente; el otro sacerdote me pide constantemente que vaya porque se hacen grandes progresos cuando el Señor nos da luz.
Recuerdo una vez que estaba Fortea orando por varios casos y el preguntó a un joven qué había sentido cuando le impuse las manos y el chaval dijo que se sentía mucho mejor.

Con Marta se graban (o se grababan) todas las sesiones y en la que recé por ella según contaron, salieron 43 demonios, pero vi un árbol hecho con cadenas que ya no le gustó y no volví más, de eso hace un año y pico, casi dos años , si mal no recuerdo.

Reconozco que Satanás se puede vestir de ángel de luz y utilizarme para hacer daño, pero los sacerdotes exorcistas tienen el poder de reprimirlo en el Nombre Santísimo de Jesús y en mi caso, que yo recuerde, ninguna persona ha referido que se siente peor u objetivamente se ha visto empeorar el caso y varios miembros de mi comunidad me piden que rece por ellos incluso por sus hijos pequeños con sorprendentes resultados.

Bueno, pues ya me he quedado a gusto; y con mucho idem, si el Padre lo permite en este blog contestaré a las dudas que sean razonables.
Como dije ayer, el exorcista debe guardar el secreto de confesión, pero por mi parte puede contar lo que estime oportuno para que sirva de testimonio a otras personas o para corregirme si he cometido errores.

Un Saludo y siento la longitud del post.
Como ven siento un inmenso aprecio por el Padre Fortea, lo que no implica que de la lata cuando creo que se equivoca.
11:45 AM"

Hasta aquí el testimonio de Flamesword. Como se ve, ya empiezan a haber explicaciones sobre el caso de Marta.
Prometo que la próxima entrada será sobre algún tema algo más divertido.

1 comentario:

  1. He leido a grosso modo el blogeo en relación con la figura del Padre Fortea, y sospecho que este señor sirve más "al diablo que a Dios", o dicho de otro modo más a la demagogia progresista laicista que a la propia política de la Iglesia. Está demostrado, gracias al Padre Apeles, que figuras de este tipo son más bien contraproducentes ya que, realmente, son utilizados por los ingenieros sociales del PSOE y encima no se enteran porque creen que intervienen en los medios de comunicación como misioneros de la Fe pero se convierten en el contrapunto freaky-religioso frente a un mundo progre que marca lo políticamente correcto. Es raro, que en los programas de gran audiencia (donde, por otra parte, más funciona la demogagia progre y es más efectiva en términos de alcance) se pida la presencia de personas bien formadas y equilibradas para la defensa de los principios y valores de la Iglesia. Es la típica estrategia de la izquierda de acentuar las contradicciones del enemigo político fomentando a los extremistas del otro bando para que éstos representen lo negativo de los rivales y además crean una disensión ficticia entre las filas de la oposición. Esto ya sucedía con el fomento de extrema derecha por el PSOE durante toda la democracia para que el votante la asocie con la derecha normal en las campañas electorales. Si no hay elementos radicales, el PSOE no podría tachar al PP de partido del pasado o derechona. Obsérvese, no obstante, que si bien se realiza la misma asociación se adapta al paso del tiempo pero la asociación se mantiene.

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