martes, 22 de julio de 2008

María Magdalena

Hoy se celebra el día de Santa María Magdalena. Originaria de Magdala, localidad situada en la costa occidental del lago Tiberiades, fue la mujer de la que Jesús echó siete demonios y que tuvo las agallas de estar presente en la crucifixión y el privilegio de ser la primera a la que se le apareció el recién Resucitado. La tradición la supone mujer pecadora, una mujer de la calle, en román paladín: una puta. Algunos creen que fue la mujer salvada por Jesús de ser lapidada y otros la identifican con la que, arrepentida de su mala vida, lavó con sus lágrimas los pies a Jesús y los secó con sus cabellos. La figura de María Magdalena ha desatado la imaginación de muchos y ha hecho correr ríos de tinta con especulaciones, teorías y ficciones entre las que destaca el refrito escrito (porque la idea no era nueva) en el libro de Brown “El Código Da Vinci” donde se le supone una relación más que estrecha con Jesús y que tiene su base en la imaginación calenturienta y sucia de algunos que se dedican a ridiculizar o distorsionar lo que su razón o voluntad se resisten a admitir como verdadero, o de esos otros que son incapaces de pensar que pueda existir algo medianamente puro sobre esta sucia tierra. A propósito de este libro, se ha hablado mucho sobre la pintura de la última cena y se ha intentado identificar a la persona que se encuentra a la derecha de Jesús con esta mujer. Le estuve dando vueltas al asunto casi convencido de que Leonardo no había pintado a un adolescente sino a una mujer por lo afeminado de la pose; le di vueltas hasta que una luz me despejó toda duda y me volvió a la realidad arrancándome del fantástico mundo de estos predistigitadores: no dudo que Leonardo pudiera incluir secretos, bromas y acertijos en sus pinturas pero si en el cuadro de la cena la persona sentada a la derecha de Jesús es María Magdalena, entonces nos dejó con el mayor de los secretos:¿Dónde coño se había metido el adolescente Juan? ¿Había ido un momento al servicio y no llegó a tiempo para salir en la foto? Este pensamiento tan sencillo me basta para desmontar toda la teoría sobre el cuadro. Si Leonardo hubiera querido pintar a Maria Magdalena en la última cena debería haber pintado a trece apóstoles y no a once y a una mujer.
Siempre me ha fascinado la figura de esta mujer. En mi mente la tengo asociada a la fisonomía de Anne Bancroft (+ 2005), actriz que la representó magistralmente en el fabuloso Jesús de Nazaret (1977) de Zeffirelli. Desde pequeño se me quedó grabada su cara como la representante de todas las putas del mundo y siempre recordaré la escena en la que, después de cobrar un servicio, tira las monedas con rabia, desesperación, asco y amargura. La amargura, ese pan nuestro de cada día de millones de mujeres y niñas entre las que, estoy convencido, hay personas mucho mejores que nosotros. Como pecador que soy, siento esa paz interior al saber que, a pesar de nuestras miserias, podremos un día levantar la cabeza y mirar a los ojos al que es capaz de perdonar todos nuestros egoísmos, traiciones y suciedades, como una vez ya hizo con Maria de Magdala, esa mujer que fue puta y santa y a la que Jesús mimó con delicadeza extrema porque había amado mucho.

8 comentarios:

  1. Muy bueno el comentario. Es algo insolito lo del cuadro. Pero es claro que a la derecha debio estar Juan, al que Jesus le dejo sentar su cabeza en su pecho, y oir los latidos de amor de carne y hueso y espiritu en que se transformo su persona. Como en cada Misa que escuchamos con atencion.

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  2. Cuando me llegue el momento ya me gustaría que me tratase Jesús la mitad de bien que a esta mujer. Sí, sólo pido que me trate por lo menos como a esta fulana santa .

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  3. Querido Jose, tras públicar el que creo va a ser mi último comentario en el blog del padre Fortea, he visto un post tuyo; evidentemente me confundes con alguien. Soy profesor de historia en un instituto de Zaragoza, también soy cincuentón cumplido y me has caído bien. Pero creo que me confundes.
    Sólo matizarte esto.
    Un abrazo.

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  4. Querido Asmodeo, ya te he contestado. Un saludo

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  5. Gracias por la aportación.

    Evidentemente, cuando nos meten un prejuicio en la cabeza nos parece que la realidad es tal como nos la pintan, así que bravo por tu magnífico y sencillísimo pensamiento y recuento de los Apóstoles.

    Y compartimos el recuerdo de la película, que dos buenas tardes me tuvo frente al ordenador, viéndola en el Seminario Mayor de Ourense.

    Salud.

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  6. Las prostitutas y los publicanos os precederán en el Reino de los Cielos

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  7. María de Magdala no fue prostituta. Tal difamación la inventó el Papa Gregorio Magno en una homilía pronunciada en la Basílica de San Clemente en Roma. En la Cultura Patriarcal y en las Normas Sacerdotales de Roma no encajaba una mujer Apóstol. La hicieron santa sí pero se la quitaban de en medio para funciones que creían propias de varones. Así continua siendo en la Iglesia Católica.

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  8. Bueno, Anónimo, yo no lo llamaría una difamación sino una teoría. María Magdalena bien pudiera haber sido la mujer adúltera que Jesús salva en Juan 8:3-11 o de la que expulsó siete demonios (Lucas 8,2). Como no se sabe quién fue pues me gusta imaginar que los últimos serán los primeros y la idea de que una mujer que había sido muy pecadora estuviera valientemente a los pies de la cruz y fuera a la primera a la que se le apareció Jesús tras su resurrección.

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