Con crisis o sin ella, nuestros gobernantes han decidido que en estos momentos de recesión económica se dan las circunstancias adecuadas para pegar un salto en pijería y hacer que en las dependencias oficiales de La Moncloa pueda orinarse en urinarios de lujo digitalizados, con sistema bacteriostático y dispensador de fragancias incluido. Desconozco si estos aseos futuristas son también capaces de limpiar la gotilla que cae indefectiblemente al suelo al retirar de manera rápida e imprudente el miembro miccionador, o si se esmeran incluso en la eliminación del pelo púbico -o también del cojonero- que aterriza suave y permanece desafiante en el borde del excusado. Lo que sí sabemos es que el sistema permite ser programado para evitar el malgasto del producto desinfectante, un auténtico adelanto que justifica que la factura por la instalación y mantenimiento de estos orinales digitales ascienda a 45.000 € anuales. Bien es cierto que esta cantidad no es nada cuando se compara con el montante que el presidente se gasta en sus 644 asesores: nada menos que 28,3 millones de euros.
No deja de rondarme la pregunta de cuánto costará una meada en semejantes unidades de lujo. Hagamos cálculos. Los digi-urinarios megapís se han instalado en la residencia de Rodríguez Zapatero, la Secretaría General de la Presidencia y el departamento de De la Vega. Estimemos que en los departamentos mencionados trabajan unas 65 personas diariamente de 8 de la mañana a 8 de la tarde: exactamente 12 horas. Supongamos que la gente vaya normalilla de próstata y necesite echar un pís cada dos horas y media. Eso resulta en una media de tres micciones al día en la oficina. Tres meadas x 65 personas (bueno, 66 contando al presidente) son 198 al día. Si tenemos en cuenta semanas de cinco días de trabajo y meses de cuatro semanas, alcanzamos la cantidad de 3960 al mes. Si contamos 11 meses de trabajo como media, al descontar las vacaciones de verano, las navidades y otras fiestas, tenemos una media de 43560 actos urinarios al año. Contando la visita que Rajoy le hace al presidente también al año y a dos meadas mariorajoyistas por visita -una al entrar y otra al salir- llegamos a la cifra 43562. Si ahora dividimos el precio de mantenimiento anual de los megaorinales digitales por el número medio de micciones llegamos al precio de 1 € la meada o lo que es lo mismo, 660 € por persona y año y esto, señores, me parece un precio muy alto por echar un pís en los tiempos que corren.
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