lunes, 11 de abril de 2011

El arroz

Pues como lo prometido es deuda, aquí está el informe tras el fin de semana. Lo he conseguido, he cumplido hasta la última línea de la lista. Ni me podía imaginar que uno pudiera hacer tantas cosas sin proponérselas en un fin de semana. A parte de todos los planes previstos, los niños asisitieron incluso a un partido de beisball el sábado y así pudieron olvidar todos los de fútbol que, degraciadamente, perdieron. A Luki le metieron cuatro goles imparables por su estatura y el tamaño de la portería, pero salió animado porque hizo un par de paradas buenísimas. Este fin de semana he tenido incluso tiempo para limpiar a fondo los dos coches familiares que más parecían transportes de animales que otra cosa. Pero lo significativo, lo más importante (descontando la vuelta a casa de la jefa) fue el arroz. Y es que ayer por la noche tuve el placer de meterme entre pecho y espalda un arroz y costra, plato típico de Orihuela (tu pueblo y el mío) preparado por una insigne abulense -que aprendió la receta de mi querida abuela- y cocinado en Madrid pocas horas antes. Me lo trajo la presidenta, a quien recibimos con vítores en Munich  y que ha vuelto a tomar las riendas de la familia. Mientras saboreaba esa delicia y casi en estado de éxtasis (los oriolanos sabrán de lo que estoy hablando) me dió por pensar en Don Juan de Austria, hijo natural de Carlos V y Bárbara Blomberg, nacido en Ratisbona (desde donde escribo esta tontería) y enterrado en San Lorenzo del Escorial. Pensaba en su real padre, en los viajes que se pegaba de Madrid a Ratisbona que duraban semanas y que, aunque al llegar se beneficiara a la hija de la posadera, nunca habría tenido la posibilidad de disfrutar en la ciudad bávara de un plato oriolano cocinado pocas horas antes en la capital española. Perdonad el desvarío que, estoy seguro, es consecuencia del estrés del fin de semana.

Me manda Luis la foto actual del evento sucedido ayer en la que se muestra la cazuela original (heredada de su madre, mi abuela) donde se cocinó tan magnífico plato

9 comentarios:

  1. me alegro que pudieras disfrutar del arroz... tenemos unos tios que valen un montón.

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  2. Y lo he seguido disfrutando hoy...
    La cocina de nuestro departamento olía hoy (que aquí ya hemos comido)como Casa Corro...

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  3. Pilar es muy buena cocinera, mejor que algunas oriolanas. Creo que Luis hizo ayer unas croquetas buenisimas. Hasta otra.

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  4. Queridísimo primo, sé muy bien lo que se siente al saborear ese arroz tan rico. A mí siempre me recordará a nuestra abuela. Espero aprender a hacerlo para que no se pierda la tradición...

    Ya he visto la lista tan grande de cosas por hacer con tus hijos, estás hecho un padrazo...
    Tengo muchas ganas de veros!!!

    Os mando un beso para todos desde las lejanas tierras del Bierzo.

    Pilar

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  5. No sabéis la alegría que me ha dado encontrar un comentario de mi madre en el blog!!!!!!!!!! La verdad es que no me lo esperaba.

    Pilar... ya va siendo hora de que nos veamos!Y gracias por los besos. Desde aquí también nos acordamos de ti y seguimos tus conciertos de piano por medio de las fotos que nos envían... ya sé que no es lo más apropiado pero, hija, algo es algo, que más no se puede hacer.

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  6. Esto del blog se está animando, hasta Mamá ¡es que no para de sorprendernos! a mí también me ha hecho mucha ilusión, esto de que tenga ipad...:)

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  7. me he quedado muerta al ver a la mamá en tu blog. Me parece alucimamte lo que te ha cundido el finde,pero a que se puede? un beso y seguimos en contacto.concha

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  8. Qué buena pinta tiene ese arroz y costra. Enhorabuena a la cocinera.

    José A., seguro que te sentirías un poco más cerca de Orihuela. ;)

    Saludos.

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  9. Hola José Manuel. Pues no sólo tenia buena pinta sino que estaba para chuparse los dedos todos de las manos y de los piés.

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