miércoles, 22 de octubre de 2014

Votando la doctrina


He seguido con interés el sínodo de Obispos finalizado la semana pasada. Esta reunión de los pastores de la Iglesia tenía como objetivo el analizar los problemas actuales de la familia. Pero los temas que mediáticamente más revuelo ha ocasionado han sido la comunión de los divorciados vueltos a casar, la consideración de otras formas de convivencia, y el tema de la homosexualidad.

Las conclusiones finales de este sínodo se han recogido en la llamada “Relatio Sinodi” que agrupa los puntos tratados. Se ha discutido mucho en foros de internet y dentro de la Iglesia sobre esto temas pero no he visto publicado en ningún sitio algo que me ha llamado la atención de manera superlativa: el hecho de que la dirección a seguir por la Iglesia se decida mediante votación. Está claro que este ha sido un sínodo preparativo del que se celebrará el año próximo y que lo que se ha votado es la redacción final de las propuestas que se tratarán, pero se puesto en evidencia la existencia de bandos conservadores y aperturistas o progresistas entre los padres sinodales y la manera en la que se decidirá la dirección a seguir por la Iglesia en estos temas.

Un ejemplo es el de la petición del acceso a la comunión en algunos casos de divorciados vueltos a casar tras un "camino penitencial" y que tuvo el voto favorable de la mayoría de padres, pero que no alcanzó la cifra de los dos tercios para ser aprobado aunque sí incluido en la “Relatio”.

Recordemos el caso en 1968 de la famosa encíclica “Humanae vitae” del reciente beato Pablo VI, y en la que el Papa decidió en contra de la comisión a la que consultó sobre la utilización de medios anticonceptivos, y mediante la que cerraba la puerta a los matrimonios católicos al uso de la píldora.

El octubre que viene dependerá del número de obispos que cierren filas en torno a Müller, Burke o Pell, o de los que se adhieran a las propuestas de Kasper, lo que incline la balanza hacia la posibilidad de que algunas personas que han fracasado en su matrimonio y que han decidido rehacer sus vidas puedan volver a recibir la comunión o no.

En definitiva todo queda una cuestión de votos, intrigas, política, partidos, grupos, opiniones, rencillas, etc…, una manera de decidir sobre la normativa que el cristiano debe seguir que adolece de todos los defectos de la condición humana.

Y yo me pregunto ¿qué me obliga a mí a considerar algo como obligatorio o como prohibición cuando lo han decidido unos señores por votación tras días de intrigas de palacio y dependiendo del número que apoyara una u otra propuesta?

¿Desde cuándo lo que es verdad objetiva se puede decidir mediante votación? Porque una de dos, o los divorciados vueltos a casar objetivamente pueden comulgar o no pueden hacerlo, pero esto no puede depender de que en una votación se alcance los dos tercios a favor o en contra de la propuesta.

Este ejemplo me ayuda a entender mejor el tremendo desinterés de la sociedad moderna acerca de la Iglesia y la religión, y me hace pensar seriamente sobre la validez de unas normas o directrices pastorales y morales que deciden unos señores por consenso.



15 comentarios:

  1. La verdad objetiva, en democracia, se decide por votación.

    En la Iglesia nunca fue así por lo que mejor repase la historia de las herejías. Por ejemplo, el arrianismo. Prácticamente nadie estuvo con San Atanasio -ni siquiera el Papa- que fue de los pocos que dijo que Cristo era Dios, en vez de todos los obispos que eran arrianos.

    Pero contra todo pronóstico, hoy la Iglesia no es arriaba, aunque los jerarcas de entonces lo eran abrumadoramente.

    Por otra parte, si usted hubiera seguido con detenimiento el sínodo y lo que piensan los católicos de él, sabrá que ya se está hablando de un cisma.

    Y eso es muy importante, porque si en la Iglesia hay tantos cismas y herejías es porque siempre hay alguien que no transige con el supuesto error.

    Por otra parte, lo que se votaba es la pastoral, no el dogma. Y precisamente, la amenaza de cisma que se cierne sobre la Iglesia es que algunos cardenales, han querido pasar algo propio del dogma, que no es votable, como si fuera algo relativo a la pastoral.

    Un buen ejemplo lo tiene en con Pablo VI. La mayoría de los fieles querían otra cosa, pero haciendo uso del cetro dijo lo contrario. Tantos ataques sufrió que ya no volvió a escribir una encíclica en diez años, aunque había escrito siente, en los cinco años previos.

    Por otra parte un sínodo nunca decide sobre doctrina, sino sobre pastoral. Sobre doctrina, el Papa con o sin un concilio ecuménico.

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    1. Estimado Tino, gracias por comentar.
      En primer lugar disiento de que la verdad obejtiva se decida por votación. No, por votación se deciden las leyes y normas pero no si un hecho real es objetivamente verdadero o falso, y no puede ser uno o lo otro según los resultados de una votación.
      Esperaba este tipo de comentario en el que se lleva la problemática a la definición de lo que sea un sínodo y sus competencias. Tengo muy claro que un sínodo extraordinario no es un concilio y que los temas que se tratan son habitualmente pastorales y consultivos para asesorar al Papa. Pero aquí nadie ha hablado de dogmas, sino de pastoral que agrupa normas y prohibiciones. He dejado claro que lo que se discute es si los divorciados vueltos a casar puedan comulgar o no. Eso no es dogma, como, por cierto, tampoco lo fue la encíclica Humanae vitae, aunque muchos la intenten colar como documento dogmático.
      El problema es que se decide por votación -según el número de señores obispos de un y otro parecer y de las intrigas asociadas a estos menesteres- la posibilidad de que el Papa apruebe o no el que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar en determinadas circunstancias.
      Seran consideraciones pastorales, sí, pero consideraciones que se basan directamente en problemas de moral sexual y tienen como consecuencia el dictado de normas. Y eso, a la vista está, se hace por votación.
      No confundamos al personal con tecnicismos innecesarios.
      Por cierto, Wikipedia tiene una página muy elaborada sobre el sínodo extraordinario donde se explica muy bien todo. Se puede encontrar aquí.

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    2. Por cierto, la doctrina también se ha votado en concilios anteriores.
      En el CVII se aprobó la constitución dogmática sobre la revelación divina (Dei Verbum) el 18-11-1965 con 2344 votos a favor y 6 en contra.
      Es decir, los dogmas también se votan en la Iglesia católica, ¿cómo podía ser de otra manera?

      El título de mi entrada puede ser inexacto porque en este sínodo extraordinario no se ha votado ninguna constitución dogmática, pero lo mantengo por que es llamativo, me gusta y no hay que ser tan tecnicista. Pero que sepa que le he entendido.

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    3. Para aclarar las cosas y atendiendo a la puntualización de Tino he eliminado la frase: "una manera de decidir sobre la doctrina" y la he substituido por "una manera de decidir sobre la normativa que el cristiano debe seguir".

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  2. La Iglesia gobierna por consenso, es decir, no se toman decisiones ecuménicas sobre dogmas si la división es mas o menos paritaria, sino que se posponen los debates a la espera que se aclaren. Por eso, la proclamación de un dogma, como el de la Inmaculada Concepción se hace en siglo XIX, cuando hay evidencia histórica que algunos cristianos ya la consideraban así. Pero como no hubo consenso hubo que esperar mucho tiempo para que las cosas se aclararán algo.

    Precisamente, cuando las cosas no se aclaran lo suficiente, pero hay urgencia para la vida de la Iglesia, es cuando el Papa de motu proprio, sin necesidad de un concilio, puede disponer lo que el Espíritu Santo le sugiera, sin contradecir Sagrada Escritura, Tradición y Magisterio anterior.

    En resumen, que la Iglesia de tiempos del siglo IV, no por consenso, sino casi por unanimidad se hiciera arriana, no impidió que San Atanasio resistiera al Papa y a su colegio cardenalicio, costándole destierro y persecución, porque al final fue la verdad que el defendía la que se impuso.

    Tiene un ejemplo claro en los hechos de los apóstoles, cuando estos junto con Pedro habían decidido que los paganos convertidos al cristianismo tenían que seguir los rituales y la ley de los judíos. Entonces, solo un apóstol, Pablo, le resistió a la cara a Pedro por esa judaización, con lo que todos acabaron dándole la razón.

    Y por eso los cristianos no tenemos comida kosher y conservamos nuestros prepucios.

    Así que ya ve que todo es mucho más complejo. La verdad siempre es minoritaria. Lo de las votaciones es solo una técnica.

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    1. Estimado T_Paz (Tino?),

      Sí, entiendo lo que me intenta explicar y ya lo sabía. El problema que quería poner de relieve en esta entrada no es que haya que llegar a un consenso a la hora de tomar unas decisiones referentes a la doctrina (dogma) o la moral. Desde su punto de vista se deja entrever que la decisión final es influenciada de alguna mnanera por el Espíritu Santo que portege a su Iglesia contra el error. No, no es eso de lo que quería hablar (que da, por cierto, para otra entrada). Me refiero que las decisiones sobre la normativa, pastoral o como quiera usted llamarla y que tiene profundas ramificaciones con la moral, no puede depender del ánimo con el que se levanten los padres sinodales ese día, ni del número de ellos que piensen como Müller o como Kasper. Sigo sin entender que decisiones tan importantes y que afectan la vida de los cristianos emerjan de partidismos, ideologías, rencillas e intrigas. No, no es tan complejo como usted lo ve. Y el que las votaciones sea una técnica... es la única manera de llegar a un acuerdo entre un grupo de personas. Gracias a Dios no se recurre a echar suertes como se hacíalas primeras comunidades cristianas. Pero sigo sin saber si el Espíritu Santo está de parte de Müller o de Kasper, ni por qué la vida íntima de las personas y la moral que se les imponga dependa del número de obispos que piensen de una u otra manera. Lo siento pero no puedo aceptarlo. Ya sé que son las reglas del club y, a lo peor, me veo hoy más fuera que dentro del mismo.

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    2. Si no se recurre a la acción del Espiritu Santo, el tinglado se cae por su propio peso. Las normas morales o de praxis, la doctrina que se impone en la Iglesia se justifica con ese recurso. Por eso el Papa puede por su cuenta tomar una decisión e imponerla aunque esté en contra del sensus fidei. Esto se ve con mucha claridad en la moral sexual y en los temas relacionados con la anticoncepción. Por eso muchos defienden el caracter dogmático de la Humanae vitae, ya que es la única manera de imponer esa moral. En ese caso, el Papa hizo valer su autoridad y tomó la decisión sólo, desoyendo los consejos de las comisiones que se crearon para estudiar el caso.
      En el caso que nos ocupa, el que personas divorciadas casados de nuevo puedan recibir la comunión, dependerá de lo que decidan los representantes de la Iglesia, y la balanza se inclinará de un lado o del otro dependiendo de factores en su mayoría humanos.
      Es ese capricho de circunstancias lo que no puedo aceptar como determinante para decidir sobre la vida de millones de personas.
      No puedo admitir el que porque unos señores ganen o no una votación con una mayoría de 2/3 se imponga una praxis o la contraria que puede ir contra el sensus fidei. ¿Y por qué 2/3 y no la mitad más uno?
      ¿Me explico?



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    3. Por cierto, la infabilidad Papal no es el tema que se trata aquí. El sínodo extraordinario que se ha celebrado no goza de ese privilegio, con lo que el recurso al Espíritu Santo en este caso no parece lógico, Así que nos queda sólo el componente humano en esas decisiones. Y eso es lo que quería discutir aquí.

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  3. Me refiero que las decisiones sobre la normativa, pastoral o como quiera usted llamarla y que tiene profundas ramificaciones con la moral, no puede depender del ánimo con el que se levanten los padres sinodales ese día, ni del número de ellos que piensen como Müller o como Kasper.

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    Los padres sinodales están sujetos a la Sagrada Escritura, a la Tradición y al Magisterio. No pueden hacer lo que quieran según el humor que se levanten. Cuando lo hacen según su humor, se les resiste.

    Eso es lo que hizo Pablo con Pedro. Pedro, por presión de los judíos, aceptó para que hubiera buen rollo en Jerusalém , que los paganos que se querían convertir se tenían que recortar el prepucio, comer kosher y atender a los 400 y pico leyes de los fariseos.

    Pero Pablo le resistio a la cara. Y lo hizo porque Cristo había derogado este tipo de leyes humanas, para traer una exigencia aún mayor como son las bienaventuranzas.

    Del dogma deriva una moral. si Dios es Amor, la moral cristiana tiene que tratar con amor a las personas. Si Dios es Justicia, la moral cristiana tiene que tratar con justicia a las personas. Si Dios es un Amor que sobrepuja a su Justicia, la moral cristiana tiene que hacer más hincapié en el Amor que en la justicia, sin dejarla de lado.

    Esos equilibrios son los que hace la pastoral. El error del Sínodo es que la pastoral solo atendía al Amor, pero no a la Justicia.

    El evangelio es clarísimo. En pecado mortal no se puede comulgar. Eso no es pastoral sino que es de Ley.

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  4. Le aseguro algo. Si la Iglesia introduce que los divorciados vueltos a casar pueden comulgar muchos cristianos resistirían a las autoridades. Yo mismo, sin ir más lejos.

    Así se hizo en el pasado con Papas golfos y así se hará toda la vida, mientras no lleguen los últimos tiempos, pues sabemos que ha de venir un periodo histórico a la Iglesia, que si no se acortara, hasta los más fieles perecerían (espiritualmente).

    Efectivamente. Si no se recurre al Espíritu Santo el tinglado se cae por su propio peso. Y efectivamente, así ocurrirá. Cuando el Espíritu Santo nos abandone el tinglado caerá. Se acabará la cadena ininterrrumpida de mando por 20 siglos, como les pasó a los judíos, cuando la deportación a Babilonia.

    Solo que esta vez será diferente. Habrá un resto fiel. La continuidad parecerá que está rota porque una anti Iglesia perseguirá a la pequeña Iglesia fiel.

    En fin, el Apocalipsis y todo ese rollo del necio pastor que desgobernará la Iglesia.

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  5. Por eso muchos defienden el caracter dogmático de la Humanae vitae, ya que es la única manera de imponer esa moral.
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    Efectivamente. Ya lo dijo San Pablo: Escándalo para los judíos y locura para los paganos.

    Sin estar en Gracia de Dios la Humanae vitae no se puede cumplir.

    Y estando en Gracia de Dios difícilmente se puede cumplir, solo tras un gran esfuerzo del Hombre, y con mucha Gracia de Dios.

    Recuerde que en en Fátima la Virgen, cuando no existía la pildora, vino a advertirnos que los pecados de la carne se llevarían a mucha gente al infierno, si los cristianos no hacemos penitencia. Estaba hablando a 50-100 años vista.

    En fin, los métodos naturales para conocer el ciclo fértil de la mujer ayudan a cumplir la Humanae vitae, pero hoy hay tan poca Gracia en el mundo, que ya nadie se atreve a ello.

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  6. No tengo tiempo ahora para comentar como me gustaría. Lo haré más adelante. Pero le contesto a uno de sus comentarios:

    Si la Iglesia introduce que los divorciados vueltos a casar pueden comulgar muchos cristianos resistirían a las autoridades. Yo mismo, sin ir más lejos.

    Si el Papa decide aplicar esta normativa tras el sínodo y usted se resiste a aceptarla entonces no cree ni en la Iglesia ni en la autoridad del Papa... ni en el Espíritu Santo ¿Por qué es labor del Espíritu Santo cuando la balanza se inclina hacia lo que usted considera que es la doctrina ortodoxa y del demonio o los hombres cuando lo hace hacia el lado que usted considera errado?

    ¿No se da cuenta de que usted también cae en lo que critica profusamente en sus comentarios?

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  7. Si el Papa decide aplicar esta normativa tras el sínodo y usted se resiste a aceptarla entonces no cree ni en la Iglesia ni en la autoridad del Papa... ni en el Espíritu Santo ¿Por qué es labor del Espíritu Santo cuando la balanza se inclina hacia lo que usted considera que es la doctrina ortodoxa y del demonio o los hombres cuando lo hace hacia el lado que usted considera errado?

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    No, Es diferente que el Papa proclame desde la cátedra que el adulterio o la homosexualidad deje de ser pecado, a que permita que homosexuales y adúlteros sin estar en Gracia puedan comulgar.

    Es distinto que el Gobierno de Guatelmala mañana legisle que la fuerza pública pueda asesinar, a que el Gobierno de Guatemala diga que aunque la ley diga que la policía no puede asesinar, bajo algunos supuestos el gobierno no va a aplicar esa Ley cuando asesinen opositores al régimen.

    Es distinto la Ley que la pastoral. Esto es algo evidente para un español que sabe que hay leyes que no se cumplen.

    Una cosa es el poder legislativo y otro el ejecutivo. El Papa no puede cambiar lo legislado porque si quisiera desde la cátedra decir que el matrimonio es pecado y el adulterio es el estado al que debe tender el hombres, un fuego baja del cielo, lo consume y lo entrega a Satanás para que libremente se vaya al infierno.

    Los cristianos resistemos al Papa o hasta un mismo Ángel venido del Cielo, o hasta la Santísima Virgen s´ aquí se apareciere, y cambiara un sola tilde de la Ley.

    El Papa no puede contradecir jamás lo que es Ley desde la cátedra de sus predecesores. Puede, declarar NUEVOS dogmas, PERO no puede descartar declaraciones dogmáticas desde la Catedra de sus predecedores.

    Por eso, nunca el divorcio se admitirá en la Iglesia. Si se admite es que vivimos ya en los últimos tiempos del Pastor Necio.

    No le pido que me crea porque usted no comparte mis presupuestos. Lo que le pido es que entienda con qué presupuestos funcionamos los católicos, y cómo los aplicamos sin contradicción.

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    1. Pero la Iglesia ortodoxa admite el divorcio y tiene sacramentos válidos. Incluos Jesús dijo que Dios hizo una excepción por la "dureza de sus corazones" y si la excepción es posible y además Jesús dijo que lo que atareis en la tierra será atado en el cielo, ¿por qué no se puede establecer otra vez el estado de excepción? ¿Por qué se opone usted tanto a la misericordia divina? ¿Hizo Dios también mal al consetir el divorcio en la antigua ley e incluso la poligamia y el concubinatoi?
      Pues si Dios está por encima de la ley y puede hacer sus excepciones en la praxis¿por qué se opone usted?

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  8. Pues no iba yo tan descaminado. En una entrevista hecha pública hoy el obsipo polaco Athanasius Schneider ha dicho:

    «El intento de someter a votación la verdad divina y la Palabra de Dios es indigno de los que, como representantes del Magisterio, deben transmitir celosamente, como siervos buenos y fieles (cf. Mt 24, 45) el depósito divino. Al admitir a los «divorciados vueltos a casar» a la Sagrada Comunión, esos obispos establecen una nueva tradición por su propia voluntad y vulnerando con ello el mandamiento de Dios, como Cristo reprochaba a los fariseos y a los escribas (cf. Mt 15,3). Y lo que es peor es el hecho de que esos obispos intentan legitimar su infidelidad a la Palabra de Cristo mediante argumentos como la «necesidad pastoral», la «misericordia», la «apertura al Espíritu Santo». No tienen reparo ni escrúpulo en pervertir de forma gnóstica el verdadero significado de esas palabras, denostando a los que se oponen a ellos y defienden el inmutable mandato divino y la verdadera Tradición como rígidos, escrupulosos o tradicionalistas».

    Lo que también se ve en la entrevista que se puede encontrar aquí es que no deja títere con cabeza entre sus hermanos obispos a los que acusa directamente de no ser fieles a la doctrina ni a Cristo. Hasta hoy no había visto nada igual en la Iglesia. Algo se se está cociendo.

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