El "sagrado" Tribunal Constitucional

Como no soy jurista no voy a entrar en discusiones sobre si el TC se ha excedido o no en sus competencias en la última sentencia sobre Bildu; pero como científico voy a intentar analizar la hipótesis (eso es lo que hacemos los científicos) primero: de que este tribunal sea, según dijo ayer su presidente, en verdad independiente y que cuestionar esa independencia sea “atentar contra lo más sagrado” y, segundo, la hipótesis de que las iniciales de este tribunal tengan un significado más en regla a las actividades a las que esta institución se dedica, es decir, a Tocar los Cojones.

En el método científico lo primero es la observación. Y observamos que:

1) Los miembros del tribunal constitucional son propuestos por el Congreso de los Diputados, es decir por los dos partidos mayoritarios y se dividen, no oficialmente, en conservadores y progresistas. Con la muerte de García-Calvo, el TC se dobla del lado progresista.

2) En muchos casos, los magistrados del TC se han dedicado a aceptar recursos que no correspondían al Constitucional para enmendar la plana al Supremo. El caso Rumasa es una demostración palpable de ello y uno más de esos casos donde los magistrados reflejaron perfectamente su orientación política.

3) Que el partido nacionalista vasco amenazó al PSOE con retirarle su apoyo después de la sentencia del Surpremo, admitiendo así que había una posibilidad política de enmendar esa resolución tras el fallo del Supremo, es decir, en el Constitucional.

4) Que “la Pesoe” estaba muy tranquila después de esa amenaza del PNV porque sabía que la jugada no había acabado.

5) Quienes han votado a favor de Bildu han sido precisamente y no otros los magistrados propuestos por el PSOE: Pascual Sala, Presidente del TC, Eugenio Gay, Elisa Pérez Vera, Pablo Pérez Tremps, Luis Ortega y Adela Asua.

Habiendo analizado estos hechos es lógico pensar y se puede considerar probado que:

1) Los miembros del TC son unos subordinados de los partidos que les proponen y siguen consignas políticas en sus decisiones

2) El PSOE ha engañado otra vez a la población española jugando un doble juego al promover la ilegalización de Bildu por un lado en perfecto acuerdo con el PP y por el otro utilizar la última e incontestable baza del Constitucional para cumplir la famosa hoja de ruta de la que ya avisaba, y ¡qué razón tenía! –ahora se ve claro- Mayor Oreja.

3) Que en verdad, el Constitucional se dedica habitualmente a tocar los cojones a los magistrados del Supremo y al resto de los españoles, con lo que veo adecuado cambiar el uso de sus iniciales y hacer honor al verdadero significado de sus siglas como se proponía al principio.

4) Que el sumo sacerdote de esta institución “sagrada”, el señor Sala, debería dejar de rasgarse las vestiduras en medio de aspavientos de consternación eterna en las entrevistas que se le hace y, sencillamente, dimitir si todavía posee un poco de vergüenza.

No, señor Pascual Sala, poner en duda la independencia del TC no “es atentar contra lo más sagrado“, es darnos cuenta de que ustedes, y los que los proponen, son unos toca-cojones que sólo merecen nuestro desprecio y reprobación. Espero que el grupo terrorista no se cobre más víctimas porque, si sigue matando, la sangre de esas personas inocentes caerá sobre el PSOE, el PNV, Zapatero, los diputados que le apoyan y los señores/as Pascual Sala, Eugenio Gay, Elisa Pérez Vera, Pablo Pérez Tremps, Luis Ortega y Adela Asua.