¡Felicidades a la afición culé! Tenía que ser así. No había otra posibilidad. El Barcelona tenía que ganar la Champions y así sucedió. Magnífico Xavi, estupendo Iniesta, contundente Mesi incluso con la oreja y sin zapato. Eto'o cambió la marcha del partido. Sí, el mismo al que en muchos estadios le dedican la onomatopeya "Uh, Uh, Uh, Uh". Yo mismo fui testigo de esta nota racista en el Allianz Arena en el partido de vuelta de los cuartos de final contra el Bayern. Disfruté del partido de ayer como hacía tiempo y la prueba de ello es que la segunda parte se me pasó en un suspiro viendo a los centrocampistas del Barcelona mareando al Manchester y a su impotente, cabreado y mal educado Cristiano Ronaldo. Lo único que no podía soportar (no puedo nunca) era ver a Ferguson masticando chicle con la boca abierta. Pero se lo perdono porque seguramente no había otra manera de reaccionar ante este histórico Barça.
No hay comentarios:
Publicar un comentario