Hace unos días publiqué una entrevista online al embajador de Israel en España que justificaba los ataques en Palestina como método de defensa contra Hamás.
Ayer vi un reportaje en una televisión francesa rodado por un periodista palestino. Me estremecí. Esa noche imaginé la siguiente escena:
“Soy un soldado israelí. Mi misión es disparar contra los objetivos que me señalen mis superiores dirigidos por inteligencia. Ayer recibí la orden de destruir una casa donde se alojaban dos presuntos terroristas de Hamás responsables de lanzar cohetes contra nuestros hermanos. Cuando me disponía a hacer los cálculos necesarios antes del disparo observé movimiento dentro de la casa. A lado de las siluetas de los dos presuntos terroristas descubrí dos más. Eran pequeñas y corrían de un lado a otro como si estuvieran jugando. Comuniqué el problema a mis superiores quienes reiteraron la orden de disparo. Me negué a cumplir la orden y me retiré excusándome por indisposición dejando mi puesto a otro soldado. Antes de abandonar la habitación y dirigirme a mi incierto destino pude ver las imágenes en directo en el monitor: vi como el misil se acercaba y, certero, destruía la casa matando a todos sus habitantes.”
El fin nunca puede justificar los medios. No se puede causar sufrimiento y muerte a personas inocentes para asegurar la defensa de un país. Hace unos días entendí que el gobierno Palestino era incapaz de parar a Hamás e Israel tendría el derecho legítimo a defenderse, derecho que sin duda podría provocar daños colaterales no queridos como ya ha pasado incluso dentro de su propio ejército víctimas del llamado fuego amigo. Hoy he visto claro que el derecho a la propia defensa no puede estar por encima de la vida de personas inocentes. Aún tendría mis dudas en el caso de que la muerte de esas personas no hubiera podido evitarse de ninguna forma, pero no creo que este sea la situación. No estamos ante la amenaza de un avión lleno de pasajeros inocentes, dirigido por un terrorista que se va a estrellar contra nosotros y que tenemos que destruir antes de que nos destruya.
Creo que el gobierno de Palestina lo está haciendo mal pero, de la misma manera, no creo que Israel lo esté haciendo mucho mejor.
Triste, triste…. muy triste.
Ayer vi un reportaje en una televisión francesa rodado por un periodista palestino. Me estremecí. Esa noche imaginé la siguiente escena:
“Soy un soldado israelí. Mi misión es disparar contra los objetivos que me señalen mis superiores dirigidos por inteligencia. Ayer recibí la orden de destruir una casa donde se alojaban dos presuntos terroristas de Hamás responsables de lanzar cohetes contra nuestros hermanos. Cuando me disponía a hacer los cálculos necesarios antes del disparo observé movimiento dentro de la casa. A lado de las siluetas de los dos presuntos terroristas descubrí dos más. Eran pequeñas y corrían de un lado a otro como si estuvieran jugando. Comuniqué el problema a mis superiores quienes reiteraron la orden de disparo. Me negué a cumplir la orden y me retiré excusándome por indisposición dejando mi puesto a otro soldado. Antes de abandonar la habitación y dirigirme a mi incierto destino pude ver las imágenes en directo en el monitor: vi como el misil se acercaba y, certero, destruía la casa matando a todos sus habitantes.”
El fin nunca puede justificar los medios. No se puede causar sufrimiento y muerte a personas inocentes para asegurar la defensa de un país. Hace unos días entendí que el gobierno Palestino era incapaz de parar a Hamás e Israel tendría el derecho legítimo a defenderse, derecho que sin duda podría provocar daños colaterales no queridos como ya ha pasado incluso dentro de su propio ejército víctimas del llamado fuego amigo. Hoy he visto claro que el derecho a la propia defensa no puede estar por encima de la vida de personas inocentes. Aún tendría mis dudas en el caso de que la muerte de esas personas no hubiera podido evitarse de ninguna forma, pero no creo que este sea la situación. No estamos ante la amenaza de un avión lleno de pasajeros inocentes, dirigido por un terrorista que se va a estrellar contra nosotros y que tenemos que destruir antes de que nos destruya.
Creo que el gobierno de Palestina lo está haciendo mal pero, de la misma manera, no creo que Israel lo esté haciendo mucho mejor.
Triste, triste…. muy triste.
Muy correcto. Y no creo que sea obligatorio tner que tomar partido.
ResponderEliminarEntiendo el fondo de tu posición y creo estar próximo a ella aunque desconociendo el contexto con exactitud me permito realizar una disgresión con cierto grado de simplificación y, partiendo de la intuición de creer que los isralíes prefieren demasiado que muera un palestino a correr un mayor riesgo de que muera un judío y esto es un factor negativo ya que poseen mayor poder. Esto genera consecuencias degradantes para los israelíes que habría que valorar así como les pone en contra de la opinión pública que reacciona instintivamente contra ellos, y reconociendo que el problema palestino no se resuelve precisamente por seguir permitiendo, por los organismos de tutela mediatizados por una geopolítica de intereses ajenos, que medren en las instituciones palestinas los belicistas.
ResponderEliminarAnte todo quiénes implican en la guerra a los civiles son los partidarios de Hamas, puede ser que dicha implicación no sea voluntaria sino forzosa. Sucede que los civiles en muchas ocasiones se encuentran en tierra de nadie, son rehenes, y si quieren sobrevivir tienen que contemporizar y no es sencillo distinguir al soldado israelí quien es forzado de quien no lo es aunque es posible realizar acciones militares más directas que permitan dar una salida a unos frente a otros.
Creo que esto no se consigue con el bombardeo (no obstante, si se avisa previamente a los posibles civiles para que desalojen es una buena acción pero no siempre pueden salir si no les dejan) sino con acciones directas pero ello supone mayor riesgo para los soldados judíos y tampoco puede no funcionar. Véase lo que sucedía en el frente ruso con las hordas de soldados rusos de vanguardia o avanzaban o les disparaban por detrás también. Por otra parte también sucede que existan civiles que no sean conscientes de su situación como el caso de niños y sean también rehenes. Por ello, estamos ante un problema donde los civiles pueden ser rehenes de los milicianos de Hamas pero no son fácilmente separables.
Está en la generosidad de los israelíes, que creo que no les sobra (y se lo podrían permitir por ser más poderosos), adoptar más prevenciones a costa de aumentar el riesgo para ellos, sobre todo cuando ellos no pueden impedir la ayuda exterior a Hamas sin intervenir en otro territorio como Egipto, lo que conllevaría un conflicto mayor. Si el riesgo fuese solamente para los soldados judíos podría considerarse que está en su misión correr mayor riesgo por diferenciar a los civiles pero no intervenir supondría aumentar el riesgo para los civiles judíos.
Lo que sigue clamando al cielo, es que el asunto palestino siga así sin resolverse por la interferencia de intereses ajenos al bienestar de los palestinos, y que las generaciones sucesivas sigan retroalimentando la violencia y no se les ayude a superar el pasado por un mejor futuro para sus hijos en lugar de seguir considerando que éste debe de ser el de carne de cañón de guerra para ganar la guerra de la propaganda que es la que seguirá manteniendo el conflicto en el futuro aunque no ganen la guerra.
Y creo que los palestinos ya se han acostumbrado a vivir en una situación de guerra permanente para los señores de la guerra que los dirigen y es una situación con la que hay que romper desde fuera de forma contundente para que ellos tengan la oportunidad de elegir vivir en paz de una forma no mediatizada.
Disculpad por la extensión de las parrafadas.
Gran parte del problema reside en la pasividad de los estados árabes que aunque reconocen que Hamás es un problema no ponen soluciones. Antes de ayer vi un documental en arte sobre el problema palestino. No os podéis imaginar como Hamás trata a sus hermanos palestinos que no piensan como ellos. Algunos, mientras les estaban pegando, les recriminaban que eran peor que los judíos. Ese es el problem actual de Palestina: el integrismo islámico integrado en el poder. Así nunca se resolverá el problema y los otros países de la zona lo saben.
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