Ya tenemos nuevo gobierno en España. Recién lavadas y planchaditas han salido a ocuparse de este país las viejas caras de siempre. Zapatero se rodea de una guardia pretoriana que está más unida por sus ideales y radicalismos políticos que por sus conocimientos y aptitudes para resolver los problemas de nuestra nación. Está claro que le preocupa más gestionar España ideológicamente, como se hace con un partido, que buscar soluciones contratando a tecnócratas preparados en estos momentos de crisis.
Pongamos un ejemplo: Pepiño Blanco, bueno, me corrijo, ahora según el protocolo oficial al alcanzar el cargo de ministro debemos utilizar el tratamiento de Excelencia: el Excelentísimo Señor Don José Blanco López.
No me parece de recibo que una persona que no tiene estudios superiores -y no porque no hubiera tenido acceso a ellos sino porque no dio la talla para ni siquiera aprobar un curso de derecho- se le encargue la organización de un ministerio tan importante como el de Fomento. Si lo pensamos bien, con su capacitación, D. José Blanco López no hubiera podido acceder ni a la plaza de pasante de un bufete de abogados. Ni mucho menos habría podido ser seleccionado como ejecutivo en una empresa. D. José Blanco no hubiera llegado a ningún sitio sin estudios pero, insisto, el problema no es que no los tuviera, sino que no mostró la capacidad intelectual para aprobar ni siquiera un curso. Se me podrá decir que este hombre no pudo dar el cien por cien debido a su dedicación política, de acuerdo, pero es que tampoco se me puede convencer de que una persona que se ha dedicado a la organización de un partido, a la intriga, a la demagogia barata ¾lo único que ha hecho en toda su vida¾ esté capacitado para dirigir la empresa más importante que se dedica a gestionar la infraestructura de este país.
¿Y por qué el Excelentismo D. José Blanco puede sin títulos llegar a ocupar ese puesto de responsabilidad? Porque así lo han querido los españoles y su presidente y amigo Zapatero.
Lo de Pepiño me ha llamado la atención pero lo que de verdad me sacó de quicio ayer e hizo que me llevara las manos a la cabeza cuando oí la noticia fue la decisión de Zapatero, con la que está cayendo, de poner directamente bajo la supervisión de presidencia del gobierno, insisto, de encargarse personalmente de
¡¡¡¡¡¡¡ la gestión del DEPORTE en España!!!!!!!!!!!!!!
Lo demás ya lo solucionará Obama y el G20.
¡Olé tus güevos, machote!
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