martes, 6 de octubre de 2015

Andrea



Estos días está siendo noticia el triste caso de Andrea, una niña con una enfermedad degenerativa mortal y que, según parece, se encuentra en estado terminal. La decisión de los padres de suspender la alimentación artificial y proceder a una sedación que la ayude a paliar dolores en su final ha sido vista como un alegato a favor de la eutanasia e incluso asesinato por algunos sectores religiosos.

Según una nota emitida hace algún tiempo por la Congregación para la Doctrina de la Fe, no es moralmente lícito retirar la alimentación asistida a un enfermo que se encuentre en estado vegetativo, ya que de ese modo se evita el sufrimiento y la muerte derivados de la inanición y la deshidratación.

Dejando de lado que la sedación evitaría el sufrimiento por inanición y deshidratación, pasan por alto los que se han metido hasta las cejas en el debate, que no es lo mismo un enfermo terminal que uno en estado vegetativo. De hecho, es práctica común dejar de suministrar alimento de manera artificial (o no hacerlo desde el principio) y sedar a personas ancianas que se encuentran en estado agónico. 

A diferencia con otros casos, este no es el de una persona que está en coma y que podría seguir viviendo si se le alimentara e hidratara. Este parece ser el caso de una enfermedad mortal en estado terminal.

Pero incluso en el caso de enfermos en estado vegetativo, la Iglesia permite la desconexión de aparatos que aseguran funciones fisiológicas fundamentales y que han dejado de actuar de manera autónoma. Entonces, ¿por qué hace esa distinción con la alimentación con un enfermo que, además, se encuentra en estado terminal? El problema para los moralistas reside en calificar el tratamiento como ordinario o extraordinario, proporcionado o desproporcionado. Mantener a una persona unida a una máquina de ventilación se considera un tratamiento extraordinario, mientras que el uso de una sonda nasogástrica sería visto como un tratamiento ordinario. 

Si no se suministra oxígeno al enfermo que no puede respirar por sí mismo morirá asfixiado, y si no se procura alimento al enfermo que no puede procesarlo por sí mismo (masticar e ingerir) morirá de inanición. ¿No son los dos tratamientos igual de importantes? ¿En qué nos podríamos basar para calificar a uno de extraordinario y al otro de ordinario, a uno de proporcionado y al otro de exagerado? ¿Cuál es pues la diferencia moral? Que me la explique alguien porque yo no la veo. 

A un anciano en agonía se le puede retirar la sonda gástrica (o no implantársela desde un principio) y suministrarle una sedación porque alimentarle artificialmente no va a mejorar su condición. Y con esta pobre chica, que se encuentra probablemente en la misma situación de agonía, ¿no se pude actuar de la misma manera? Creo que si los padres hubieran decidido no permitir la implantación de la sonda cuando la niña ingresó, no se habría producido tanto revuelo mediático. 

La situación terminal no la produce la retirada de la sonda. La muerte está asegurada por enfermedad o vejez. La retirada de la sonda acelera evidentemente un proceso irreversible que estaba en marcha, pero no es la causa directa del proceso que desembocará en la muerte. Con la sonda se la mantiene viva el tiempo que tarde la enfermedad en provocar el final, al igual que lo haría una máquina de respiración. Al retirar cualquiera de las dos, sólo se está permitiendo que un proceso natural irreversible llegue a su término.

No entiendo la lógica moral que permite desconectar una y no la otra.

Creo que mantener a toda costa a una persona "enganchada" a la vida por el método que sea cuando no hay esperanzas de curación o recuperación no tiene por qué ser la opción moral correcta y adecuada. En el caso de una enfermedad irreversible, mortal y causante de sufrimiento, existe una diferencia fundamental entre procurar directamente la muerte del paciente y dejar que la enfermedad siga su curso natural, sin alargar innecesariamente esa fase terminal.

Pienso ahora en la pobre niña y espero que pronto encuentre la paz sin sufrimiento.





13 comentarios:

  1. Ya ves que complicado es hacer que entiendan lo del respeto y lo que significa "vida digna", nuestros "amigos" católicos. Para quienes ponen a un ser imaginario por delante de todo y de todos y desean más, al menos de boquilla, la vida "eterna" que la real, cualquier cosa que no les encaje es mala y debe ser prohibida y a ser posible castigada penalmente.
    Lo que no veo es que toda la rabia que destilan contra los que no hacen o piensan como ellos, la deriven, aunque sea en parte, hacia su Dios, que al fin y al cabo, es quien mueve los hilos y debería cargar con la responsabilidad de lo que sucede y de lo que no sucede, siendo todopoderoso como suponen que es.
    Pero claro, luego nos viene con lo de las causas segundas, el, más que dudoso, libre albedrío y la traca final,"Dios escribe recto con renglones torcidos" y " Dios saca bien del mal", todos argumentos inapelables -según ellos, por supuesto-
    Al final es lo de siempre, quieren controlar cualquier aspecto fundamental en la vida, desde el nacimiento hasta la muerte, con todo lo que hay en medio: educación, sentimientos, sexualidad...

    Saludos.

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  2. El debate en Infocatólica sobre el tema me ha mostrado que nadie incluso repara seriamente en los detalles. ¿Por qué desconectar un respirador que suministra oxígeno está permitido y una sonda nasogástrica no? ¿Cuál es la diferencia? Tengo la impresión que no hay muchos cabezas entre los que discuten sobre el tema. Se ve la alimentación y la hidratación como un derecho inalienable y que sería horrendo retirar. Pero ¿no es más horroroso el dejar que una persona se asfixie por falta de oxígeno? Pues lo segundo lo permite la Iglesia por ser una medida artificial de mantener la vida. Escribo hoy, si tengo tiempo, sobre cruces, normativas y moralinas de despacho de teólogo. Saludos.

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  3. Bueno, al menos te siguen publicando los mensajes. A mi ya me ha cerrado la puerta Luis Fernando en varias ocasiones y en este debate ya no me publica nada de lo que escribo. Eso sí, como les pongas en demasiados aprietos, pasarás a engrosar su lista negra, aunque creo que ya estuviste en ella por obra y gracia de Néstor. Es el modus operandi de los infocatólicos, la censura y la manipulación. Mucha fe en Dios omnipotente, pero luego tienen pavor a las palabras y se les encoje el ombligo con los argumentos que cuestionan sus supersticiones.

    Saludos.

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  4. Creo que se habían olvidado de mi y por eso paso el filtro... :-)

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  5. Pues ya me han censurado en Infocatólica.

    Comentaba el filósofo Néstor:

    "El encarnizamiento terapéutico requiere medios terapéuticos. La alimentación e hidratación artificiales no son medios terapéuticos. Ergo.

    Un medio artificial es terapéutico cuando suplanta o ayuda a una función natural afectada por una patología. Así sucede con la respiración artificial.

    La alimentación e hidratación artificiales ayudan a la función natural de la nutrición, pero no necesariamente porque ésta esté afectada por alguna patología, sino que ésta puede afectar a otras funciones naturales, por ejemplo, la conciencia o la movilidad.

    Por tanto, no son medios terapéuticos. "


    Néstor olvida, o no sabe, que las funciones respiratorias y la capacidad de alimentación pueden perderse no por problemas directos de los pulmones o del esófago o estómago. En una ELA o un párkinson avanzado los pacientes terminales no pueden respirar o alimentarse por fallo o falta de control de la musculatura (como también puede ocurrir en un anciano al final de su vida). La conexión a ventilación asistida o la alimentación artificial no son estrictamente métodos terapéutico porque no curan directamente la enfermedad. Pero ambas mantienen al enfermo agarrado a la vida, prolongando un estado de manera innecesaria (como lo haría un método terapéutico). Se podría considerar, por tanto, ensañamiento (terapéutico o no) al ser una medida que ni lleva a la curación ni a la recuperación del paciente.

    Néstor se aferra a definiciones para defender su postura, incluso en contra de lo que permite la Iglesia (de manera poco clara), que es la desconexión de la maquinaria que artificialmente mantiene a un enfermo con vida cuando su situación es irreversible.

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  6. Luis Fernando se ha agarrado al caso de la enferma de Granada y a su habitual táctica de mover la portería para esquivar balones y, finalmente, censurar o directamente cerrar los comentarios.
    Lo curioso es que quienes creen en milagros como la resurrección o la aparición completa y funcional de un miembro amputado, se atrevan a cuestionar al todopoderoso y su voluntad, diciendo que:

    "La Iglesia NO admite la desconexión del respirador salvo en caso de muerte cerebral absoluta e irreversible o inminencia de la muerte -no semanas o meses-."

    O sea que los rezos y la fe dan paso al pragmatismo cuando a ellos y sólo a ellos les parece bien. Mira que si justo en el instante siguiente a la desconexión Dios tenía previsto hacer un milagro con el paciente... !!!

    Néstor es especialista en querer cuadrar el círculo, aunque luego se proclama paladín de la defensa de la no "contradicción". Es capaz de decir una cosa y su contraria sin despeinarse, eso sí, para hacerlo recurrirá a kilométricos y retorcidos mensajes en los que no sé si es más fácil perderse o dormirse.

    Saludos.

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  7. Le he escrito al director de Infocatólica para apuntar su error cuando afirma que: "La Iglesia NO admite la desconexión del respirador salvo en caso de muerte cerebral absoluta e irreversible... y aun así, según y como."
    Estimado Luis Fernando:

    Creo que te equivocas.

    "Ante la inminencia de una muerte inevitable, a pesar de los medios empleados, es lícito en conciencia tomar la decisión de renunciar a unos tratamientos que procurarían únicamente una prolongación precaria y penosa de la existencia, sin interrumpir sin embargo las curas normales debidas al enfermo en casos similares. "

    Declaración Iura et bona.

    Y...

    "Pío XII consideraba posible responder a la segunda pregunta: “¿Puede el médico retirar el aparato respiratorio antes de que se produzca la paralización definitiva de la circulación?” La respuesta es positiva: suspender el uso de aparatos que sólo sirven para mantener la vida pero sin curar y que pueden ser vistos como una carga pesada (como algo extraordinario) es plenamente legítimo."


    Así pues, la Iglesia si permite la desconexión del respirador y no solo en caso de muerte cerebral.

    Saludos


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  8. Leo por ahí que algunos ven la diferencia en que un enfermo terminal que no puede alimentarse, sus células todavía son capaces de asimilar el alimento y el agua y por eso no se le puede negar. Pero si lo pensamos bien, en un enfermo terminal que no puede respirar por fallo mecánico muscular sus células pulmonares también serían capaces de absorber el oxígeno y pasarlo a la sangre. No veo la diferencia. Se arguye entonces que al retirar la ventilación mecánica el enfermo muere rápido y eso prueba que al paciente se le estaba manteniedo artificialmente porque de por sí no podría recuperarse, y que cuando se retirar la sonda el proceso es más lento y eso prueba que el paciente no muere porque sus funciones digestivas estuvieran afectadas. No veo que sea una razón para hacer la distinción entre las dos situaciones. En los dos casos, ya sea por fallo muscular o cerebral, el paciente no es capaz de respirar o de deglutir o ingerir por si mismo. O se permite o se prohibe en los dos casos la desconexión, pero sigo sin ver la razón lógica de por qué en uno sí y en otro no. Tan importante veo la función repiratoria como la alimentaria y el rechazo a interrumpir o no ayudar a la segunda creo que proviene de la idea negativa o el rechazo que puede provoca el negar el alimento a un individuo necesitado. Pero si se piensa, es exactamente lo mismo que negarle el aire.

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  9. Si interpretan a su antojo e interés los supuestos mensajes divinos, cómo no van a torcer las cuestiones humanas, total, ellos tienen la verdad única y son los elegidos.

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  10. Esta mañana he hecho dos comentarios sobre el sínodo en el portal Infocatólica. Simplemente he dejado mi opinión sobre el divorcio y formulado la pregunta de por qué la Iglesia hasta Trento lo veía normal en determinadas situaciones. He dejado también un link al artículo que escribí sobre "Divorcio y cristianismo". Pues el director no sólo me ha censurado lso comentarios sino que me ha bloqueado (conociendo mi IP) la entrada a la página web. Lo simpático del caso es que en su entrada de hoy habla y se queja de la censura a periodistas en el sínodo. Patético.

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  11. Por cierto, hay trucos para poder seguir leyendo Infocatólica aunque te censuren.

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  12. A la hora de haber publicado en Religon digital que me censuraban en Infocatólica (comprobado sin duda que mi IP había sido bloqueada) me levantan la censura allí. Raro, raro.

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  13. Ja, ja, es que en alguna de las acepciones de "Patético" la RAE debería incluir la foto de algunos de los responsables de Infocatóilca (y también poner un enlace a "Talibán").
    Lo de Infocatólica y Religión Digital es una muestra más de lo bien avenidos que están los hermanos de la ICAR entre ellos.
    Yo, como la mayoría del tiempo no tengo IP fija, me escapo de esa forma de censura, pero mi dirección de email la tiene bloquedada LF desde hace un montón de tiempo, así que tengo que ponerla modificada para poder enviar los comentarios. Claro que al final de poco sirve enviar nada si no te lo publican, te lo censuran, o te lo mutilan para dejarlo como un sinsentido o que parece decir lo que no has dicho. Hay otra forma, más sutil, de censura que usa algún blogger de la web de marras, que consiste en dejar los comentarios pendientes "ad aeternum", con lo que te quedas sin que lo publiquen, pero no por censura, es cosa de olvido, poco tiempo o exceso de trabajo del blogger.

    Saludos.

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