miércoles, 17 de febrero de 2021

A vueltas con la vacuna

 


No me sorprende que quienes militan en el negacionismo del coronavirus, sean a la vez detractores de la tan ansiada vacuna. Esa gente no atiende a razones y se mueven por sentimientos que no alcanzo a entender.

Si esta pandemia es un invento de las potencias mundiales para someter al pueblo, como defienden, entonces ¿por qué se posicionan en contra del remedio que acabaría de inmediato con ese abuso? No lo entiendo.

Pero entiendo mucho menos a las personas, entre ellas algunos sanitarios, que se dejan llevar por bulos, dimes y diretes y ponen en duda la seguridad de la vacuna. Se arguye que no ha seguido los protocolos de seguridad correspondientes, o que algunas personas han reaccionado a la vacuna, o se teme posibles efectos secundarios irremediables tras su utilización.

Vamos a ver. La vacuna ha seguido todos los ensayos clínicos previstos para la autorización de su uso. Ha sido todo más rápido por la situación de emergencia en la que nos encontramos, pero la compañía Pfizer/BioNTech hizo pruebas a más de 40.0000 voluntarios. En el caso de Oxford/AstraZeneca se suspendió temporalmente su desarrollo en una de las etapas para investigar por qué había muerto uno de los participantes y se reanudó cuando se comprobó que la muerte no tenía que ver con la vacuna.   

Estas vacunas no provocan enfermedades, como ninguna de las aprobadas hasta hoy para luchar contra otras infecciones. Puede suceder que se sufran síntomas leves y temporales como fiebre, dolores musculares etc, ya que se estimula al sistema inmune y éste reacciona de forma parecida a cuando existe una infección. Hace unos meses me vacuné contra el virus que provoca la encefalitis transmitida por garrapatas, que es muy común donde vivo. Las pasé canutas al día siguiente, pero fueron efectos secundarios leves, esperados y desaparecieron en pocos días.

Las vacunas no provocan enfermedades, ni tampoco esterilidad como se está diciendo por ahí. De ninguna manera las vacunas de ARN modifican nuestra genética, como alguno quiere hacernos creer. Son bulos estúpidos y hay que ser bastante poco inteligente para creerlos. ¿Por qué se cree a quien no tiene ni los estudios ni la capacidad para valorar estos avances y no se admite el criterio de los científicos?

En Israel, donde no me parece que sean muy tontos, se ha vacunado a 3 millones de personas de momento (el 34 % de la población) y ha demostrado 99% de efectividad. Y, a día de hoy, se ha administrado a 170 millones de personas en todo el mundo.

Me parece absurdo el poder vacunarse y preferir no hacerlo siguiendo bulos irracionales. Esa actitud sí que tiene efectos secundarios muy graves, al arriesgarse a que amigos, familiares, padres, hermanos, abuelos o uno mismo puedan contraer la infección, poniendo en riesgo la propia vida y la de los demás.

Eso sí que es de tontos, pero de muy tontos de verdad.


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