Lo que más me asombra de esta historia es que los dirigentes (y algún juez que se sigue llamando independiente) que pertenecen a un partido que se dice socialista, proletario, del pueblo, se dediquen a gastar millones de pesetas en monterías y que sus seguidores, que están sufriendo de verdad la crisis, no les dediquen ni siquiera un rebuzno o un balido desairado. ¿Qué pasa, que el caciquismo que siempre han perseguido y denunciado los progres y proles es sólo cosa de derechas? Si un ministro de izquierdas se tunea el piso oficial, se va de caza un fin de semana sí y otro no a costa de las arcas del estado (ver noticia en El Mundo de hoy) o pagándolo de su bien provisto bolsillo, si se va de merendola con el poder judicial mientras este actúa contra el partido de la oposición entonces…. entonces el pobre no tiene culpa, tiene derecho a hacerlo, pero si fuera de derechas, ¡ah no señor! entonces no, pondríamos el grito en el cielo y le tacharíamos de cacique. Pero los progres, los ecologistas, los tirititeros del régimen siguen callados como muertos, más silentes que los ciervos que posan desangrándose -junto con Montesquieu- a los pies de los nuevos dueños de España. ¡Qué lejos quedan las protestas y las bromas del pueblo cuando a Franco le ponían los venados a tiros y qué similares son las fotos de entonces a las de ahora! 
Se la están metiendo doblada a los votantes socialistas pero estos siguen apoyando a sus dirigentes y justificando sus actuaciones. Con todos mis respetos: ¡o son unos caraduras o tontos de remate!Y de la derecha... mejor no hablar.
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