El caso
Bárcenas-PP, destapado por El PAIS hace unos días está dando mucho de qué
hablar y, sobre todo, dando mucho que pensar sobre la manera de hacer de
nuestros políticos. En resumen: el citado periódico denuncia la existencia de
una "contabilidad B” en el PP, Cospedal sale negándolo tajantemente; casi al
mismo tiempo algunos políticos y personas cercanas al PP admiten que habían
recibido ayudas económicas del partido coincidentes con las anotaciones
publicadas, lo que lleva a Cospedal a admitir que algunas de las transferencias
reflejadas en la libretilla sí que existieron, pero que estaban registradas como
“contabilidad A” transparente-luz-clara-como-agua-cristal. El sábado pasado se
reúnen los cabecillas del PP y firman una declaración jurada y solemne diciendo
que ello son han recibido sobres en su vida (a ver a quién le importa hoy este
teatro) y prometen enseñar la declaración de la renta para demostrar que… ¿no
han recibido sobresueldo en dinero negro? Sí, como si la declaración de la
renta tuviera una casilla para admitir la recepción de sobres…
Estos tíos creen que somos tontos.
Rajoy, ayer, aquí en Alemania, dijo que “No es cierto salvo alguna cosa". Y Bárcenas, que no tiene manera de justificar la acumulación de 22 millones de euros en Suiza declara haciendo uso de un silogismo casi perfecto: “como el cuaderno no ha existido, esa letra no puede ser la suya”. ¡Toma y chúpate esa!
Vamos a
intentar razonar un poco pero no de la misma manera que hacen estos políticos y Bárcenas, a ver
hasta dónde llegamos:
El hecho de
que en las notas famosas aparezcan datos verdaderos confirmados por personas-cuerpos
reales significa que el que escribió esos datos sabía sobre esas transferencias
de dinero. Osease: que si según el PP el cuadernillo es una falsificación, esta
tuvo que ser perpetrada por alguien que sí sabía sobre algunas cuentas del PP, fuera
esta contabilidad de tipo A o de tipo B.
Por otra
parte, la letra sí parece ser la de Bárcenas, a juzgar por las
comparaciones hechas por grafólogos con otros documentos escritos por esta
persona. Con lo cual quedan pocas opciones y que conste que esto no es una
acusación sino un ejercicio de lógica para
entretenernos un rato. Pongámoslo así: esta historia me la he inventado yo y puede que no tener nada que ver con la
realidad (por si las moscas).
Si esas
anotaciones que están presentes en el cuadernillo no se encuentran declaradas
como contabilidad A y han sido aceptadas como verdaderas por los sujetos
recipientes de esas cantidades de dinero entonces, señores, SÍ EXISITIA UNA “CONTABILIDAD
B”.
Por supuesto
que el caso de que algunas de esas anotaciones sean verdad no quiere decir
que las demás lo sean, como arguyen los políticos del PP; pero olvidan estos señores que lo contrario también es posible, es decir, que todas sean verdaderas. Es también imaginable que nos encontremos ante una mezcla
de verdades y falsedades pero, entonces, planeada por la misma o mismas
personas que sabían detalles concretos de las contabilidades internas del PP, por ejemplo, el de que García-Escudero
había recibido cinco millones de pesetas de préstamo del partido y que los
fue devolviendo millón a millón, entre otras cosas.
Por otra
parte parece demostrado el que Bárcenas haya amasado una fortuna de 22 millones, bien guardadita en una cuenta en Suiza, y de la que
no puede justificar su origen. Asombra el hecho de que haya querido
beneficiarse de la amnistía fiscal promovida por sus compañeros de partido y que ahora no se la concedan.
¿Es tan raro
pensar que el origen de ese dinero provenga de las mismas fuentes anotadas en
la libreta? ¿Es también raro el imaginar que este señor siseara, como se hacía a la antigua
usanza del dinero para la compra, y que llevara una contabilidad, falsa,
verdadera o mediopensionista con la que poder tener agarrados de las pelotas a
cualquiera que le dijera algo?
Y esto es lo que puede haber pasado ahora: El tipo se ve involucrado en un escandalazo de aúpa, pierde el apoyo del partido al que servía y es cuando, por venganza, filtra el cuadernillo de marras.
Pero una cosa es imaginar y otra el demostrar. Yo sólo imagino. Para demostrar y acusar está la justicia (si todavía funciona).
Y esto es lo que puede haber pasado ahora: El tipo se ve involucrado en un escandalazo de aúpa, pierde el apoyo del partido al que servía y es cuando, por venganza, filtra el cuadernillo de marras.
Pero una cosa es imaginar y otra el demostrar. Yo sólo imagino. Para demostrar y acusar está la justicia (si todavía funciona).
La defensa
de los políticos del PP es vergonzosa. Todo el mundo sabe que es imposible
demostrar que el dinero negro existe. Por otro lado, las cantidades anotadas
parece que no llegan a constituir materia de delito y si el dinero sólo procede
de “donaciones” será muy difícil demostrar nada aunque haya incluso habido
cobro de comisiones. El problema está en la ley de partidos que debería ser
similar a la de EEUU que tiene legalizado el sistema de para recibir “comisiones
encubiertas” a las que llaman "donaciones", pero donde las cuentas están claras.
Cantaría mucho el que un partido en el poder beneficiara a una empresa que sabemos que le había donado cierta
cantidad de dinero. El riesgo existe
pero, al menos, llevaría emparentado cierto control externo. Vamos, un poco como eso de legalizar la marihuana.
Tampoco
entiendo a El PAIS, al PSOE o a Rubalcaba quien, de manera hipócrita, acusa con el dedo
inquisidor de corrupción al PP, olvidándose de lo que ha pasado y está pasando en su propia
casa, y que si no se acuerdan le doy una pista de por dónde empezar:
¿"ERE de Andalucía"?.
No, no le estoy preguntando con acento si proviene de esa parte de España sino por el desvío fraudulento por responsables del PSOE en esa región de 933 millones de euracos.
¿"ERE de Andalucía"?.
No, no le estoy preguntando con acento si proviene de esa parte de España sino por el desvío fraudulento por responsables del PSOE en esa región de 933 millones de euracos.
Lo que más
duele es pensar que esta clase política, ya sea de izquierdas o de derechas,
está pidiendo a los españoles que se ajusten el cinturón, alientan la existencia
de una economía sumergida con la subida de impuestos y una nefasta política fiscal,
y al mismo tiempo se estén llenando los bolsillos como casi siempre han hecho las
personas que tienen acceso al poder.
Sí, nos encontramos con lo de siempre. ¿De qué nos extrañamos entonces?
Sí, nos encontramos con lo de siempre. ¿De qué nos extrañamos entonces?
¡Mierda de
condición humana!
Golfadas y torpezas, a partes iguales. Demasiado tiempo y esfuerzo me parece que les has dedicado, José Antonio. Vaya panda
ResponderEliminar¿Tiempo? A penas diez minutos y ¿sabes? ya tengo la costumbre de escribir algo cuando consigo hilvanar dos pensamientos más o menos coherentes en mi pobre cabeza sobre un tema, así les doy salida, los fijo y dejan de rondarme.
ResponderEliminarNi esos diez minutos de tu tiempo se merecían
ResponderEliminarLas próximas elecciones, no voto!!! Panda de sinvergüenzas !!! Concha.
ResponderEliminarPues sabiendo que los que gobernaron, gobiernan o gobernarán son en general ladrones encorbatados, no sé si habrá que plantearse el actuar según la teoría del mal menor, es decir, poner en una balanza lo que han robado los unos y los otros y votar al que pierda esa competición. Por otro lado y, tal y como están las cosas, puede que votando al que menos haya tobado signifique hacerlo por el menos listo y, puestos a que me roben, prefiero que lo haga alguien que, además, pueda sacar el país adelante al mismo tiempo. Un dilema.
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