Paz y felicidad para todos los hombres de buena (y de no tan buena) voluntad. Que este año que comienza pueda mejorar con lo aprendido de mis errores y que no olvide jamás que lo más importante de mi vida, lo que realmente merece la pena y me hace feliz, son esas personas que se encuentran cada día muy cerca de mi.
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Y el imbécil que diga que esto es una cursilada que lo piense dos veces, lo ponga en práctica y se dará cuenta de que es verdad.
Me cuento entre los de no tan buena voluntad, veo tus buenos deseos y pongo dos más. Feliz Navidad
ResponderEliminarNo le hagas caso a Leandro, - que te voy a contar - porque es claro que está entre los de buena voluntad, como yo intento estarlo y como tantos otros, aunque a veces tengamos nuestros momentos no tan buenos, pero por eso pedimos por esos buenos deseos,¿no?
ResponderEliminarA todos, ¡Feliz Navidad!
Bueno... tú no me hagas caso y verás. Y aprovechando los costes fijos de José Antonio... ¡feliz Navidad, Nacho!
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