Esta será la última entrada sobre el tema de la evolución y el diseño inteligente. Hace poco encontré el documental de triste título "Diseño inteligente: Darwin contra Dios", en el que se cuenta la historia de lo acontecido en el distrito de Dover en 2005.
En enero de 2005, en el distrito escolar de Dover (Pennsylvania), Estados Unidos, los estudiantes de bachillerato debieron escuchar la lectura de un texto en el que se explica la existencia de ideologías alternativas a teoría de la evolución, en particular el diseño inteligente.
Dado el carácter polémico de la decisión, se permitió que los padres solicitaran la no presencia de sus hijos durante la lectura del texto. Debido a su carácter no científico, algunos profesores de biología se negaron a leer el texto argumentando su falta de base científica y/o su estrecha relación con el creacionismo. Este hecho produjo que posteriormente, en una demanda presentada por un grupo de padres al consejo escolar del distrito, el juez federal J. E. Jones III dictaminara como "inconstitucional la enseñanza del diseño inteligente en las escuelas por ser un "argumento religioso" y que "es una redenominación del creacionismo, no una teoría científica". (Wiki).
El documental, que utiliza los textos del juicio donde testificaron defensores del DI como Behe, y donde entrevistan al mismo Johnson (no el de la colonia, sino el fundador del movimiento), demuestra que el diseño inteligente es la nueva marca del creacionismo. En el juicio se puso en evidencia a Behe, al refutarse de una manera arrolladora su teoría de la complejidad irreductible. También se entrevista a un científico experto en flagelos bacterianos y a quien Behe utilizó como fuente en el juicio y malinterpreta en su libro “La caja negra de Darwin”.
El documental muestra los fósiles de transición tan negados por los creacionistas. Por cierto, cada vez que se les presenta a estos señores un fósil de lo que suponemos una especie que se encuentra a caballo entre otras dos, sólo se dedican a negarlo sin ningún tipo de argumento. Un ejemplo clásico es el Archaeopteryx o la serie de fósiles que muestran la evolución de las ballenas.
En una entrevista al mismo Johnson (ojo, abogado y no científico) se presenta la estrategia de estos señores. Johnson admite que el fin es destruir la teoría de la evolución y para eso ha orquestado una estrategia apoyada por el Discovery Institute. Este instituto presentó esta estrategia por medio de un manifiesto conocido como el documento de la cuña, el cual describe una amplia agenda social, política y académica cuyo objetivo último sería el tratar de revertir una supuesta sofocante visión del mundo materialista al "derrotar el materialismo científico"; que según esta organización estaría representado por la enseñanza de la evolución biológica, y sustituirla por una supuesta ciencia de índole religiosa acorde con las convicciones cristianas teístas que profesa el Discovery Institute" y con ello "afirmar la realidad de Dios".,siendo su objetivo "renovar" la cultura americana, al tratar de moldear la política pública de forma que sólo refleje las creencias y los valores cristianos conservadores que son aceptados por el Discovery Institute. (Wiki).
Después de este fiasco, Behe no se atrevió a conceder una entrevista para el documental. El juez y algunos de los padres que presentaron la demanda recibieron amenazas de muerte por parte de cristianos fundamentalistas.
Ya he comentado anteriormente que estas personas se equivocan de la misma manera pero en sentido contrario a como lo hace el científico ateo Richard Dawkins. Dawkins, al ver que existe en la naturaleza un mecanismo por el que esta evoluciona, concluye que no hay Dios. Los creacionistas, al creer en Dios, no pueden aceptar que la naturaleza puede evolucionar por sí sola.
Recomiendo vivamente la visualización de este documental. Si alguien sigue empeñado en adherirse a esta corriente religiosa y pseudocientífica debería informarse seriamente sobre el tema y este documental puede serle muy útil y quizá le abra los ojos.
Cuando se lo hayan metido en el cuerpo entonces podemos seguir hablando.
Magnífico post.
ResponderEliminarAntonio, me ha gustado tu comentario en el blog de DI.
ResponderEliminar¿Podrías publicarlo también aquí?
Otro magnífico libro en el que se refutan las ideas esgrimidas en estas últimas entregas del blog, extraigo algunos párrafos de la reseña disponible en internet:
ResponderEliminarEl diseño chapucero, de Leandro Sequeiros, sacerdote jesuita.
El Diseño Inteligente vuelve al escenario hace 25 años en los ambientes adventistas americanos de la mano de Philip Johnson, Michael Behe, Dembski y otros.
Las tesis de Johnson, muy coherentes con la teología adventista, fueron bien acogidas en determinados círculos. Pero Johnson no era un científico natural sino un profesor de Derecho. Necesitaba una fundamentación científica de sus teorías. Y las encontró en un grupo de científicos y filósofos que asumieron esta tarea.
El único de los seguidores de Johnson que desarrolla una línea de investigación algo relacionada con la evolución es Michael J. Behe, profesor de bioquímica en la Universidad de Lehigh. Behe es mucho más conocido por sus sensacionales propuestas que por la relevancia de sus descubrimientos. Él fue quien desarrollo el concepto de "Complejidad irreductible” (“irreducible complexity”). El postulado de Behe sobre la complejidad irreductible de estructuras celulares claves ha tenido una fuerte oposición en la comunidad científica. En su obra más conocida, Darwin´s Black Box (editada por Free Press en 1996) y traducida en 2000 como La caja negra de Darwin: el reto de la bioquímica a la evolución (Editorial Andrés Bello) desarrolla sus argumentos.
En estos últimos años son numerosos los trabajos en los que se ha mostrado que la presunta teoría del Diseño Inteligente carece de base científica y que por ello los argumentos de Johnson, Behe, Dembski y compañeros tienen una enorme debilidad. Es más: desde la reflexión teológica, si se aceptan las ideas del Diseño Inteligente, la imagen de Dios queda muy deteriorada al ser directamente culpable de los desarreglos y chapuzas que existen en la naturaleza. Se suele decir que, si existe un diseñador del orden natural, este diseñador es un chapucero.
Los profesores Manuel Tamayo, de Chile, y Eustoquio Molina, de Zaragoza han desenmascarado juntos muchos de los engaños científicos de las teorías del Diseño Inteligente. Han mostrado que los argumentos del Diseño inteligente tratan de falsear la teoría evolutiva con planteamientos sesgados y pseudocientíficos. El argumento del diseño es muy débil ya que puede formularse al contrario de cómo lo hacen sus seguidores, es decir, que hay mucha imperfección en el mundo y fallos en el diseño de los organismos y de los seres humanos.
Desde el ámbito de la biología evolutiva y desde la paleontología, Molina y Tamayo han aportado pruebas de peso al debate mostrando la debilidad de los argumentos científicos así como los contra-argumentos relativos a la existencia de auténticas "chapuzas" en el orden natural. La realidad natural (la materia, el universo, la célula, los seres vivos, los seres humanos) estamos construidos por materiales frágiles que dan lugar a numerosos fallos funcionales.
Quiero destacar la relación profunda que el autor(sacerdote católico) ve entre el diseño inteligente y la teología adventista.
Muy recomendable:
ResponderEliminarhttp://wzar.unizar.es/perso/emolina/pdf/TamayoMolina2008eVOLUCION.pdf
Hola jabotella y Antonio. El libro de Sequeiros es uno de los que se ha recomendado en mas de una ocasion a los infocatolicos, obviamente con nulo exito, no sea que leer algo que no sea lo que ya piensan les vaya a hacer razonar.
ResponderEliminarHay varios libros mas que van en la misma direccion, desde Russe y Collins a Ayala, Turbon o Artigas, pero les da lo mismo a nuestros amigos, ellos son inamovibles.
Un saludo.
Vaya un descuido el mio, no es que quisiera poner una lista exhaustiva de cientificos evolucionistas y que son cristianos,que son muchos y no los conozco todos, pero dejarme a Miller, azote y "flagelo" :-) de los creacionistas, ha sido un fallo, como no citar a Natalia Lopez Moratalla, las prisas es lo que tienen.
ResponderEliminarUn saludo.